Revolución feminista: promover la paridad de género en todos los ámbitos será una necesidad hasta tanto se naturalice y sea superflua.
Asistimos al más grande, justo y necesario cambio social que se tenga memoria. Hablamos de más de 50 % de la humanidad que ha vivido, desde épocas inmemoriales, sometida al machismo y al patriarcado. ¡Qué poco hace que votan las mujeres! ¡En cuántas partes siguen sin derechos básicos como elegir pareja, estudiar o vestirse como gusten!
El femicidio sigue siendo un flagelo en nuestra sociedad y las desigualdades salariales, ocupacionales y políticas son evidentes. Casi todo el sistema de cuidados sigue recayendo en sus espaldas y sin ser reconocido ni remunerado.
Apoyamos la acción del movimiento feminista, sin el cual no habría habido los avances que vivimos y, también, nos reconocemos en el esfuerzo de los varones que se suman a esa legítima lucha por la igualdad y la equidad.